jueves, 16 de mayo de 2013

Bela Guttman y el Oporto

Dice un refrán que hasta el rabo todo es toro. Pues bien, al Benfica que hace apenas dos semanas optaba al triplete, se le debió olvidar que los minutos de descuento también forman parte del juego. En cuatro días, los de Jorge Jesús han caído en dos ocasiones por idéntico resultado (2-1) ante Oporto y Chelsea, tirando así por la borda Liga y UEFA. En ambas ocasiones la derrota llegó en el fatídico minuto 92, ensuciando así la impecable temporada de las Águilas, que sólo habían perdido hasta el momento tres encuentros entre Champions (Spartak y Barcelona) y UEFA (Fenerbahce). 

http://www.nosponemoslasbotas.blogspot.com.es/2013/05/las-aguilas-salen-del-nido.html


Foto: peru.com


En el campeonato portugués ha estado imbatido hasta el pasado domingo, y a falta de una jornada, sólo un milagro con forma de empate o derrota del Oporto (que visita a la revelación de la temporada, el Paços Ferreira) podría ser aprovechado por los lisboetas para proclamarse campeones. Eso será el domingo, así que dejemos las matemáticas y vayamos a los hechos. Hechos que tienen como protagonista una maldición: la maldición de Bela Guttman.

En los días previos a la final de la UEFA, un nombre aparecía en todas partes. Un nombre poco conocido para el ciudadano de a pie por sus logros deportivos, pero sí por sus palabras, ya que en 1963 “vaticinó” el futuro del Benfica en Europa: “Sin mí, el Benfica no volverá a ganar ningún título europeo en 100 años”. Unas palabras que pronunció después de ganar las dos Copas de Europa que figuran en las vitrinas lisboetas.


Foto: lainformacion.com


Bela Guttman antes de ser entrenador, fue futbolista. Una carrera de trece años entre 1919 y 1932, desarrollada principalmente en EEUU, y que nada tiene que ver con su periplo como entrenador. El húngaro llegó al Benfica después de entrenar al eterno rival, el Oporto, con el que se proclamó campeón de Liga (1959). Con las Águilas sólo estuvo tres temporadas a principios de los 60´, en las cuales saboreó la gloria. Dos Ligas, una Copa de Portugal y dos Copas de Europa fue su bagaje con los lisboetas. Pero nada es eterno.

Tras la consecución de la Copa de Europa de 1962, Bela Guttman fue despedido por el entonces presidente Antonio Carlos Cabral. Una discusión debida a un aumento de sueldo solicitado por el húngaro, fue el desencadénante de dicho desencuentro. Guttman no quiso despedirse sin más e incluso se atrevió a vaticinar el futuro del club lisboeta. Desde aquellas palabras la afición del Benfica no concilia el sueño, ya que el número de finales europeas perdidas asciende a 7: cinco de Copa de Europa y dos de UEFA, contando la de ayer.


Foto: uefa.com


Una maldición que quizás también persiguió a Guttman, ya que no volvió a entrenar a ningún equipo campeón. Un trotamundos que dirigió a equipos de Argentina, Brasil, Uruguay o Grecia, e incluso al Milan, pero jamás volvió a levantar un título. Se retiró tras 40 años de carrera entrenando al rival histórico de las Águilas, el Oporto. Un Oporto que curiosamente arrebató la Liga al Benfica hace unos días. Un Oporto que curiosamente desde las palabras de Bela Guttman ha conquistado 2 Copas de Europa, 2 de UEFA e incluso una Supercopa de Europa. ¿Será casualidad?


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