Empate a cero
entre dos equipos que tienen objetivos diferentes. El Tenerife se quedo con 10
a falta de 15´para el final. El filial no aprovechó la superioridad numérica.
En el 82´, Alcañiz veía la segunda amarilla y así se igualaban las fuerzas.
El Rayo B
plantó cara al líder de la competición. Los de Jimeno salieron con las ideas
claras: presión arriba, líneas juntas e intentar parar al tanque tinerfeño
Aridane. De esto último se encargó el central rayista Gabri. Gran partido del
mexicano, que anuló por completo a uno de los máximos goleadores de la
categoría.
En los
primeros compases del partido, el Tenerife se sintió incómodo. Lo solucionaba
buscando pelotazos largos hacia la cabeza de Aridane, que prolongaba para una
segunda jugada. El filial apretaba y tuvo las ocasiones más claras a balón
parado.
Foto: Ana Torrijos
Uno de los momentos
claves del partido, llegó cuando el árbitro señaló penalti a favor del Tenerife
por supuesta mano de Alcañiz. Era el momento del capitán, de Isma, que detuvo
la pena máxima tras una gran parada.
Así se
llegaba al descanso, tras una primera parte que comenzó dominando el filial y
finalizó con dominio chicharrero. En la reanudación, más de lo mismo. El Rayo
no dejaba jugar al Tenerife, que insistía en las segundas jugadas. Así hasta
que en el 75´, Luismo Loro, que había entrado en la segunda parte, veía la roja
directa por propinar una patada en la cara a Rober.
Fueron unos
minutos de superioridad numérica que no pudo aprovechar el filial, ya que en el
82´, Alcañiz veía la segunda amarilla tras cortar una contra tinerfeña. Las
fuerzas se igualaron pero no cambio el resultado. Destacar el debut con la
franja del canario José Collado, que entró en el campo en lugar de Juanito.
Reparto de
puntos, que tiene una lectura positiva para el filial: la buena imagen mostrada
ante el líder. El Rayo B se mantiene en la 18ª posición de la tabla, con 21
puntos, a tres de la salvación. La próxima jornada, los de Jimeno visitan al
Getafe B, que también se encuentra inmerso en la lucha por la permanencia.
Foto: Ana Torrijos
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