domingo, 10 de febrero de 2013

Suerte y actitud


El filial rayista visita al Marino de Luanco a partir de las 17.00. Los de Jimeno a cuatro puntos de la salvación. Los asturianos miran de reojo la zona de ascenso. Chevi, Collado y Diamanka son baja.

La 24ª jornada de Liga enfrentará a dos equipos  con diferentes objetivos. El Marino, séptimo, se encuentra a solo tres puntos de la zona privilegiada que da derecho a jugar la fase de ascenso. El Rayo B, decimoctavo, está a tres puntos de la promoción y a cuatro de la salvación.

Jimeno deberá recomponer el 11 que jugó la semana pasada ante el Coruxo, ya que no podrá contar con dos jugadores que fueron titulares: Chevi, sancionado, y José Collado, lesionado. Por su parte, Diamanka no ha entrado en la convocatoria al no estar en plenitudes físicas.
Por su parte, el Marino asturiano viene de ganar al CD Marino canario por 0-1. En casa son un equipo sólido pero no imbatible, como bien demostró el San Sebastián de los Reyes hace algunas semanas llevándose los tres puntos del estadio de Miramar.


12 jornadas sin ganar: suerte y actitud

Cuando se entra en una dinámica negativa es muy complicado cambiarla. Y más aún si no tienes la suerte de tu lado, como le está ocurriendo al filial. La semana pasada veíamos como en el último minuto de partido, Perea lanzaba una falta que se colaba en la portería del Coruxo, pero no, allí estaba Fernando para estirarse y meter una mano prodigiosa. Antes, un penalti clarísimo a Collado, pero no, la suerte o en este caso el árbitro no quiso verlo.

 Está claro que la suerte es un factor importante, aunque no lo es todo. Sin actitud no se pueden ganar partidos, como por ejemplo pasó en Getafe. Una actitud que si se vio ante el Tenerife o ante el Coruxo, rivales de la zona alta de la clasificación, a los que el filial plantó cara sin reservarse nada.

La expedición rayista, que viajó en bus en la tarde de ayer, está formada por 16 jugadores: Isma, Bielsa; Owusu, Mario, Gabri, Alcañiz, Rober; Nana, Cuerva, Toni, Jorge, Rida, Nono, Rubén Ramiro, Perea y Dalmau.


Foto: Ana Torrijos




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